HUID, una start-up enfocada en el medio ambiente en Escocia, está utilizando cáscaras de cebolla para crear envases sostenibles, con el objetivo de reducir los residuos y las emisiones.
Una start-up con sede en Oban, Escocia, llamada HUID, está liderando un nuevo enfoque en el embalaje ecológico utilizando cáscaras de cebolla. Esta solución innovadora tiene como objetivo reducir los residuos y las emisiones, al mismo tiempo que proporciona una alternativa sostenible a los materiales de embalaje convencionales. El negocio está dirigido por Renuka Ramanujam, una ex estudiante de textiles que inicialmente utilizaba cáscaras de cebolla como fuente de tinte para la ropa. Ahora, a los 30 años, ha pasado a explorar el uso de los desechos de cebolla en soluciones de embalaje.
HUID obtiene los desechos de cáscaras de cebolla de agricultores locales y empresas agrícolas, transformándolos en un material similar al cartón y un posible sustituto del film flexible. Con el apoyo del Instituto Nacional de Fabricación de Escocia, la empresa tiene como objetivo aprovechar las propiedades antimicrobianas de las cáscaras de cebolla, que podrían ayudar a prolongar la vida útil de los alimentos perecederos.
El proceso desarrollado por HUID implica extraer celulosa de alta calidad de las capas externas de las cáscaras de cebolla y combinarla con una mezcla de biopolímeros. Los biopolímeros son polímeros naturales, compuestos por largas cadenas moleculares derivadas de proteínas, carbohidratos o grasas. Este enfoque no solo reutiliza los residuos agrícolas, sino que también aborda la necesidad urgente de reducir el uso de plástico en el embalaje, ya que los hogares del Reino Unido desechan aproximadamente 90 mil millones de piezas de plástico al año.
Ramanujam compartió cómo comenzó su viaje, diciendo: "Comencé a experimentar con el material en el piso de mi habitación". Destacó los efectos nocivos del plástico, especialmente cuando interactúa con los alimentos bajo calor, lo que la llevó a buscar una alternativa más segura y basada en residuos. "Las cebollas son un alimento básico global, por lo que sus desechos están en todas partes", señaló, enfatizando la naturaleza ubicua de la materia prima.
Originaria de India y con nacionalidad holandesa, Ramanujam se mudó a Oban en 2021. Atribuye a la comunidad local su decisión de quedarse, señalando que el apoyo y la participación que recibió allí fueron fundamentales para avanzar en su trabajo. Desde que incorporaron a Marie Rapin como directora científica, la empresa ha acelerado sus esfuerzos de desarrollo.
Las ambiciones de HUID van más allá de reemplazar el film flexible. Ramanujam imagina reemplazar el cartón y el papel tradicionales, afirmando: "Los árboles son súper importantes para el medio ambiente. Nuestro material salvaría árboles". El equipo está explorando diversas aplicaciones para su material a base de cáscaras de cebolla, incluidos productos similares a cartones de huevos y otros formatos de embalaje sostenible.
Actualmente, HUID está trabajando en prototipos de films flexibles, aunque todavía están refinando el grosor y la transparencia para cumplir con los estándares de la industria. Su primer producto, que se espera lanzar el próximo año, será un papel hecho completamente de cáscaras de cebolla. El Instituto Nacional de Fabricación de Escocia continúa apoyando a la start-up proporcionando la experiencia y el equipo necesarios para refinar sus productos y llevarlos al mercado.
Comentarios (0)