Woodfree, una empresa con sede en el Reino Unido, se ha asociado con el Centro de Biocompuestos de la Universidad de Bangor para lanzar Eco-Pulp, un revolucionario material de embalaje hecho a partir de fibras de celulosa extraídas de cáscaras de coco.

Al reutilizar cáscaras de coco previamente subutilizadas como materia prima de bajo costo, Woodfree y la Universidad de Bangor están abriendo el camino a soluciones de embalaje sostenibles. Estas fibras, derivadas de cáscaras de coco, ofrecen una alternativa renovable y respetuosa con el medio ambiente para diversas aplicaciones, incluyendo papel y materiales de embalaje.

El Dr. Rob Elias, director del Centro de Biocompuestos de la Universidad de Bangor, destaca la importancia de esta iniciativa: "Las cáscaras de coco, a menudo desechadas o quemadas, plantean desafíos ambientales en regiones como Sri Lanka e India. Al transformar este desperdicio en valiosas fibras de celulosa, no solo estamos mitigando problemas ambientales, sino también ofreciendo una solución sostenible a la sobredependencia de los envases de plástico".

Woodfree ha estado a la vanguardia de la exploración de materiales no madereros como alternativas sostenibles para combatir la deforestación relacionada con la producción de papel. Los cofundadores Gurpreet Singh y Arjundeep Singh iniciaron esfuerzos de investigación, que luego se expandieron a través de la colaboración con la Universidad de Bangor. Aprovechando la experiencia de la universidad en alternativas de embalaje biobasadas, la asociación tiene como objetivo escalar la producción de Eco-Pulp para su viabilidad comercial.

Gurpreet Singh destaca el progreso de su colaboración: "Hemos procesado con éxito cáscaras de coco en fibras y evaluado sus aspectos prácticos, incluyendo resistencia, durabilidad y reacción al agua. Ahora, estamos produciendo prototipos de envases como bandejas y cestas para mostrar el potencial de estas fibras en la creación de soluciones de embalaje sostenibles".

La colaboración entre Woodfree y la Universidad de Bangor ejemplifica un compromiso con la innovación y la sostenibilidad, ofreciendo una prometedora vía para abordar los desafíos ambientales asociados con los materiales de embalaje tradicionales.