A pesar del creciente interés en el envasado sostenible, todavía existen grandes brechas en la comprensión del consumidor, la infraestructura de reciclaje y la implementación efectiva en todas las industrias.

El empaquetado sostenible enfrenta brechas en la comprensión del consumidor y la infraestructura.

A medida que la industria global de empaques acelera hacia un futuro más sostenible, persiste un desafío significativo: la desconexión entre las expectativas de los consumidores y las soluciones de empaque actuales. Un análisis reciente de la industria destaca que, si bien el empaque sostenible está ganando terreno, existen brechas críticas en la percepción, el rendimiento y la infraestructura.

Los consumidores están dando cada vez más prioridad a los productos respetuosos con el medio ambiente, pero muchos están confundidos acerca de lo que realmente constituye un empaque sostenible. Según datos presentados durante un panel organizado por la Coalición de Empaques Sostenibles, más del 60% de los compradores afirman que prefieren el empaque sostenible, pero solo una fracción puede identificar correctamente los materiales reciclables o compostables.

La falta de comunicación y la ambigüedad en las etiquetas contribuyen en gran medida a este problema. Términos como "ecológico", "verde" o "biodegradable" a menudo carecen de definiciones específicas, lo que lleva a mensajes inconsistentes y escepticismo por parte de los consumidores. Esta confusión dificulta los esfuerzos para impulsar cambios de comportamiento a gran escala.

Además, la falta de infraestructura de reciclaje y la variación regional en los programas de recolección significa que el empaque etiquetado como reciclable puede terminar en vertederos. Como señala David Clark, Director de Sostenibilidad de Amcor, "No se puede llamar reciclable a algo si en la práctica no se está reciclando".

"No es suficiente que el empaque sea técnicamente reciclable; tiene que ser reciclado en la realidad. Eso depende en gran medida de la infraestructura, las políticas y el comportamiento del consumidor", enfatizó Clark.

El problema también se extiende al empaque compostable. Si bien las innovaciones en películas bio-basadas y materiales compostables están acelerando, el acceso a instalaciones comerciales de compostaje sigue siendo limitado. Como resultado, gran parte de este empaque termina en corrientes de desechos tradicionales donde no puede descomponerse adecuadamente.

Desde la perspectiva de la marca, navegar por este complejo panorama requiere equilibrar los objetivos de sostenibilidad con la funcionalidad, el costo y la usabilidad del consumidor. Muchas empresas están recurriendo a evaluaciones del ciclo de vida (LCA) para evaluar las opciones de empaque de manera más holística. Estas herramientas miden el impacto ambiental de los materiales desde su origen hasta su eliminación, ayudando a las marcas a tomar decisiones basadas en datos.

A pesar de estos obstáculos, se están logrando avances. Los líderes de la industria están invirtiendo en el rediseño de formatos de empaque para utilizar menos material, más contenido reciclado e insumos renovables. También están aumentando las colaboraciones entre marcas, recicladores y responsables políticos, con el objetivo de armonizar los estándares y mejorar las tasas de recuperación en toda la cadena de suministro.

Las estrategias clave que surgieron de la discusión del panel incluyen:

  • Mejorar la educación del consumidor a través de etiquetas estandarizadas
  • Invertir en infraestructura nacional de reciclaje y compostaje
  • Priorizar los escenarios de fin de vida en el diseño de empaques
  • Incorporar principios de economía circular en las cadenas de suministro
  • Comunicar de manera transparente para generar confianza en el consumidor

Está claro que el empaque sostenible no es solo un desafío de materiales, sino también un desafío sistémico. Cerrar las brechas restantes requerirá un esfuerzo coordinado entre industrias, gobiernos y consumidores. Con la creciente presión regulatoria y la demanda de los consumidores, el impulso está creciendo. Pero para una transformación significativa, la acción debe ir más allá de la innovación y llegar a la ejecución.

En última instancia, el éxito dependerá no solo de qué está hecho el empaque, sino de cómo se entiende, se usa y se desecha. Superar la brecha entre el diseño sostenible y la implementación práctica es la próxima frontera para la industria del empaque.


Más información(PMMI Media Group)

Palabras clave

empaquetado sostenible , reciclaje , infraestructura , comportamiento del consumidor , biodegradable

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