Walmart, Nestlé, Mars y Mondelez abandonan el Pacto de Plásticos de EE. UU., destacando tensiones más profundas en los esfuerzos colaborativos de sostenibilidad dentro de la industria del embalaje.
El Pacto de Plásticos de EE. UU., una vez considerado como piedra angular en el movimiento de Estados Unidos hacia sistemas de envasado circular, ha experimentado recientemente una pérdida significativa de impulso. Miembros de alto perfil como Walmart, Mondelez International, Mars y Nestlé se han retirado formalmente de la iniciativa, planteando preguntas sobre el futuro de la sostenibilidad colaborativa en el sector del envasado.
Lanzado en 2020, el Pacto de Plásticos de EE. UU. reunió a más de 100 partes interesadas en la cadena de valor del envasado: marcas, ONG, minoristas y recicladores, con el objetivo de lograr una economía circular para los plásticos para 2025. Sus objetivos principales incluían la eliminación de plásticos problemáticos, garantizar que todo el envasado de plástico sea reutilizable, reciclable o compostable, y aumentar el uso de contenido reciclado.
Las recientes salidas marcan un momento crucial para la alianza. Estas empresas desempeñaron un papel clave no solo en la financiación y la visibilidad, sino también en el establecimiento de referencias en la industria. Su salida debilita la influencia del Pacto y subraya desafíos más profundos en la alineación de los objetivos de sostenibilidad corporativa con resultados colectivos y medibles.
“Estamos reevaluando nuestra participación en iniciativas externas para enfocarnos en nuestras estrategias internas y sistemas más escalables”, declaró anónimamente un portavoz de una empresa que se retira.
Las razones citadas por las empresas que se retiran son variadas, pero interconectadas. Algunos señalan la dificultad de cumplir los objetivos de 2025 dentro del marco de sus operaciones actuales, mientras que otros sugieren que las pautas del Pacto no se alinean lo suficiente con sus estrategias globales de envasado. También hay un creciente escepticismo sobre la viabilidad de construir una infraestructura de reciclaje unificada en el fragmentado panorama de gestión de residuos de EE. UU.
Para profesionales del envasado y responsables políticos, las salidas envían señales mixtas. Por un lado, destaca la necesidad urgente de marcos regulatorios armonizados e infraestructura de reciclaje escalable. Por otro lado, revela la tensión entre compromisos voluntarios de sostenibilidad y la practicidad de la implementación, especialmente cuando las estrategias internas de ESG divergen de las iniciativas colectivas.
Sin embargo, el Pacto de Plásticos de EE. UU. insiste en que su trabajo continúa. Ha publicado una declaración afirmando su compromiso con la transparencia y el progreso, señalando su Hoja de Ruta 2.0 y los esfuerzos en curso con los signatarios restantes. Las marcas más pequeñas, ONG y startups de economía circular siguen comprometidas, viendo al Pacto como un espacio raro para la colaboración entre sectores.
Los observadores de la industria argumentan que estos desarrollos no señalan el fin de los esfuerzos de sostenibilidad colaborativos, sino más bien una recalibración. El sector del envasado ahora está entrando en una fase en la que los mapas de ruta individuales de ESG tienen prioridad sobre compromisos compartidos, especialmente entre empresas multinacionales bajo escrutinio de inversores.
¿Qué sigue? Muchos esperan ver una proliferación de objetivos de envasado específicos de cada empresa, con énfasis en el progreso medible a corto plazo, estrategias adaptadas regionalmente y proyectos piloto público-privados. La colaboración no desaparecerá, pero el modelo puede cambiar de alianzas a gran escala a coaliciones ágiles y específicas para cada problema.
En este panorama en evolución, la innovación en envasado, los sistemas de trazabilidad y las tecnologías de reciclaje localizadas serán fundamentales. La salida de miembros clave del Pacto de Plásticos de EE. UU. subraya la necesidad de una mayor alineación de políticas, incentivos financieros y herramientas prácticas para lograr una verdadera economía circular de envasado en Estados Unidos.
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