Heather Nixon de Bio-D explora por qué la opción sin plástico no siempre es la más sostenible. A través de pruebas rigurosas, Bio-D encontró que el plástico PCR es más efectivo que el vidrio o las bolsas.

¿Por qué el plástico libre no siempre es la opción de empaque más sostenible?

¿Siempre es la opción más sostenible el empaque libre de plástico? A primera vista, la respuesta podría parecer un rotundo sí. Pero la realidad, como ha descubierto Heather Nixon - gerente de sostenibilidad, NPD y regulación en Bio-D - en casi una década de investigación, es mucho más matizada. En la carrera por reducir el impacto ambiental, el viaje de Bio-D revela una historia más profunda de compensaciones, análisis del ciclo de vida y decisiones prácticas que van más allá de las palabras de moda.

Desafíos con la revolución de las bolsas

Las bolsas a menudo se perciben como una alternativa ecológica al empaque rígido. Utilizan menos plástico por unidad y son más ligeras, lo que ayuda a reducir las emisiones de transporte. Sin embargo, su desempeño ambiental real es más complicado. Según la investigación de Bio-D, la mayoría de las bolsas están hechas de plástico virgen al 100% y a menudo incorporan múltiples capas de plástico, lo que las hace prácticamente no reciclables. Además, muchas bolsas se fabrican en Asia, lo que resulta en altas emisiones de carbono por el transporte. El comportamiento del consumidor es otra preocupación: un estudio de la Universidad de York reveló que el 64% de los consumidores desechan las bolsas en la basura común, lo que socava aún más sus afirmaciones de sostenibilidad.

Incluso los esquemas de recarga tienen sus propios problemas. Algunas empresas evitan los procesos adecuados de lavado, lo que introduce riesgos de contaminación. Si bien algunas bolsas vienen con válvulas de no retorno para evitar esto, luego se vuelven no recargables, anulando un principio clave de circularidad.

¿Es el vidrio más ecológico?

El empaque de vidrio a menudo se presenta como una solución premium y sostenible. Sin embargo, Bio-D encontró que carece en varias áreas. El vidrio requiere mucha energía para producirse y reciclarse, y su peso (hasta 12 veces más pesado que el plástico) aumenta significativamente las emisiones de transporte. Si bien es reciclable, el costo ambiental de la producción y logística del vidrio a menudo supera sus beneficios para productos de consumo diario como agentes de limpieza.

¿Por qué el plástico PCR tenía sentido para Bio-D?

Después de una prueba exhaustiva y una evaluación del ciclo de vida, Bio-D eligió el plástico reciclado post-consumo (PCR) como su material principal. Los beneficios eran claros: reducción de emisiones de CO2, menor impacto ambiental relacionado con el transporte y la capacidad de desviar los residuos plásticos de los vertederos. Actualmente, el 100% de las botellas de Bio-D están hechas de plástico PCR y el 50% de sus tapas también lo incorporan. Estas medidas ya han llevado al ahorro de casi 60 toneladas de CO2e anualmente.

Diseñando para la eficiencia

Otro aspecto a menudo pasado por alto en la conversación sobre sostenibilidad es el diseño del producto. Los tabletas para lavavajillas de Bio-D, por ejemplo, son más pequeñas que las alternativas estándar, lo que requiere menos empaque y espacio de transporte. Este diseño inteligente y compacto contribuye a una huella ambiental general más baja, mostrando cómo la innovación en la formulación del producto complementa los esfuerzos de empaque.

Mejoras continuas y el camino por delante

A pesar de estos avances, Bio-D reconoce que su trabajo no ha terminado. Aumentar el contenido de PCR en las tapas sigue siendo un desafío debido a preocupaciones de resistencia y durabilidad. Sin embargo, la compañía está comprometida a realizar más pruebas y colaborar con proveedores para superar estos obstáculos.

“La sostenibilidad no es una meta; es una responsabilidad continua,” enfatiza Nixon. Este ethos subraya la necesidad de una innovación constante, prácticas transparentes y pensamiento holístico en el diseño de empaques.

El papel de la regulación y la colaboración

Nixon cree que el progreso futuro depende de más que solo iniciativas voluntarias. Ella pide una guía gubernamental más clara, regulaciones más estrictas sobre la reciclabilidad y el greenwashing, y una mejor alineación entre los sistemas de residuos, los fabricantes y los responsables políticos. También aboga por una mayor inversión en infraestructura de recarga y logística de circuito cerrado, que será esencial para permitir una circularidad significativa.

Consejos finales para las empresas

Para las empresas que exploran el empaque sostenible, el consejo de Nixon es claro: hagan su tarea. Colaboren con universidades, involucren a su cadena de suministro y miren más allá de su sector. Las soluciones reales a menudo requieren pensamiento no convencional y pruebas rigurosas. Las tendencias por sí solas no hacen que el empaque sea sostenible: la ciencia, la practicidad


Más información(Bio-D)

Palabras clave

sostenibilidad , empaquetado , plástico , PCR , recarga

Califica este artículo

Comparte este artículo

Comentarios (0)

Deja un comentario...

Artículos relacionados

¿Eres un entusiasta del packaging?

Si desea ser destacado en nuestra publicación sin costo alguno, por favor, comparta su historia, espere la revisión de nuestro editor y vea su mensaje difundido a nivel mundial.

Artículos relacionados

¿Quiénes somos?

sostenibilidad

plástico

empaque

innovación

sostenible

bolsas

tendencias

envases

embalaje

menudo

sostenibilidad

plástico

empaque

innovación

sostenible

bolsas

tendencias

envases

embalaje

menudo

sostenibilidad

plástico

empaque

innovación

sostenible

bolsas

tendencias

envases

embalaje

menudo